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quimica

sábado, 12 de enero de 2013

Suelos y Materiales

SUELOS Y MATERIALES

En el siguiente podcast de el portal de educarchile, se encuentranlgunos de los conceptos que recordarás son: suelo, materiales, Tierra, su composición, estructura interna, las rocas, los tipos de suelos, la lluvia ácida y la contaminación de los suelos, entre otros. 
Los suelos y materiales


Minerales

MINERALES

Mineral es aquella sustancia natural, homogénea, inorgánica, de composición química definida (dentro de ciertos límites).

 


MINERALES EN NUSTRO ORGANISMO
Los minerales son micronutrimentos inorgánicos que forman parte de algún órgano o elemento del cuerpo, como son los huesos o la sangre y se adquieren a través de algunas frutas, vegetales y otros alimentos.
Los minerales mantienen saludables y funcionando bien a las células de cada uno de los órganos del cuerpo, activan la producción de líquidos y sustancias del cuerpo, como las hormonas o las enzimas y ayudan en la realización de varios procesos vitales como la respiración, la digestión o la circulación.
Los minerales forman parte de las frutas, vegetales y otros alimentos y vienen en diminutas cantidades en ellos, pero en cantidad suficiente para los requerimientos humanos.
Entre los más importantes para el cuerpo están: hierro, cinc, calcio, potasio, sodio, yodo, magnesio y otros más.
Hierro
Sirve para producir hemoglobina y transportar oxígeno a todo el cuerpo.
Su falta provoca: Anemia, fatiga, depresiones y favorece las infecciones.
Viene en: Higos, vegetales de hoja verde, dátiles, cereales, leguminosas, pepitas, yema de huevo, hígado, carnes, sardinas.
Magnesio
Sirve para: Ayudar al funcionamiento de los músculos, conservar sanos los huesos, dientes y articulaciones.
Su falta provoca problemas en músculos y nervios, debilidad y convulsiones.
Viene en: Germen de trigo, habas, frijoles, maíz, avena, almendras, azúcar morena, nueces, higos, verduras de hoja verde.
Calcio
Sirve para la formación y cuidado de huesos y dientes, participa en la coagulación de la sangre, ayuda a las funciones musculare y es necesario para el sistema nervioso.
Su falta provoca: Reblandecimiento y debilidad en los músculos, raquitismo, osteoporosis y favorece las caries y la debilidade de las uñas.
Viene en: Hortalizas de hoja verde, berros, verdolagas, semillas de ajonjolí y perejil, leche, queso, mantequilla, tortillas, sardinas y charales.
Fósforo
Sirve para: La formación de huesos y dientes y produce energía para la formación de células.
Su falta provoca: Debilidad y anorexia.
Viene en: Cereales, frijoles, lentejas, habas, carnes, pescados, pollo, huevo, yogurt.
Selenio
Sirve para: Es antioxidante, protege contra en cáncer, ayuda al buen funcionamiento del corazón, el hígado y los órganos reproductivos.
Su falta provoca: Dolores musculares.
Viene en: Cereales integrales, verduras, carne, pescado, leche, queso.
Potasio
Sirve para: Ayudar al funcionamiento de los riñones y del corazón, ayuda en la transmisión de impulsos nerviosos, controla el nivel de agua corporal.
Su falta provoca: Debilidad muscular y mareos.
Viene en: Vegetales de hoja verde, fruta en general, papas.
Sodio
Sirve para el funcionamiento de los músculos y nervios, regula los líquidos del cuerpo; y contribuye en la digestión.
Su falta causa: Deshidratación; mareos y baja de presión.
Viene en: Cereales, sal de mesa, pan, queso, carnes y pescados ahumados.
Yodo
Sirve para la formación de hormonas.
Su falta provoca Bocio.
Viene en: Sal de mesa yodatada, pescados y mariscos.
Flúor
Sirve para: formar huesos y dientes y protege contra las caries.
Su falta provoca caries.
Su exceso provoca: manchas en los dientes.
Viene en: Agua, mariscos, frutas, verduras y hojas de té.
Zinc
Contribuye a un adecuado crecimiento, ayuda en el desarrollo sexual, en el crecimiento del cabello, en el cuidado de la piel.
Su falta provoca: problemas en el crecimiento, disminución de las defensas del cuerpo, anemia, problemas en la piel, disminución de la sensibilidad de los sentidos del gusto y del olfato.
Viene en: Legumbres, frutos secos, cacahuates, cereales, semillas de girasol, carne roja, huevos y mariscos.
 MINERALES EN LA TIERRA
Los minerales son sustancias naturales que forman parte de la litosfera y los cuerpos celestes que el hombre puede observar directamente (meteoritos).
La capa exterior de nuestro planeta está formada por roca. Si observamos con detalle una porción de roca observaremos que está formada por minúsculos cristales o grano de distinto tamaño: estos son precisamente los minerales.
Existen cientos de minerales distintos en la naturaleza, pero veremos que los más frecuentes son solamente unos pocos.


Los minerales son sustancias sólidas, inorgánicas, originadas de forma natural, con una composición química definida y una estructura interna ordenada o cristalina.
Los minerales están formados por elementos químicos. Algunos de estos elementos se presentan en estado puro ( como en el caso del oro) y forman los llamados elementos nativos. Aunque en la mayoría de los casos los elementos se agrupan formando minerales más complejos, en este caso su composición química se expresa con una fórmula (por ejemplo, el cuarzo: SiO2).
 

viernes, 4 de enero de 2013

Radiactividad

Radiactividad

La radiactividad o radioactividad es un fenómeno químico-físico por el cual los núcleos de algunos elementos químicos, llamados radiactivos, emiten radiaciones que tienen la propiedad de impresionar placas radiográficas, ionizar gases, producir fluorescencia, atravesar cuerpos opacos a la luz ordinaria, entre otros. Debido a esa capacidad, se les suele denominar radiaciones ionizantes (en contraste con las no ionizantes). Las radiaciones emitidas pueden ser electromagnéticas, en forma de rayos X o rayos gamma, o bien corpusculares, como pueden ser núcleos de helio, electrones o positrones, protones u otras. En resumen, es un fenómeno que ocurre en los núcleos de ciertos elementos, inestables, que son capaces de transformarse, o decaer, espontáneamente, en núcleos atómicos de otros elementos más estables.
La radiactividad ioniza el medio que atraviesa. Una excepción lo constituye el neutrón, que no posee carga, pero ioniza la materia en forma indirecta. En las desintegraciones radiactivas se tienen varios tipos de radiación: alfa, beta, gamma y neutrones.




La clasificación de los diferentes tipos de radiación se realizó entre los años 1898 y 1902. Ernest Rutherford, por entonces un joven estudiante de investigación en el Cavendish Laboratory, identificó dos tipos de “rayos” radiactivos que designó con las letras griegas alfa y beta.

El esquema obedecía, entre otras propiedades, a la capacidad de penetración de la radiación en la materia, siendo la radiación alfa mucho menos penetrante que la beta. A mediados de 1902 añadió un tercer tipo, todavía más penetrante que los anteriores, que denominó gamma. Hoy en día sabemos que la radiación alfa consiste en la emisión de núcleos de helio (formados por dos protones y dos neutrones) por parte de un núcleo atómico inestable, la radiación beta son electrones emitidos en el proceso de desintegración beta y los rayos gamma son fotones de alta energía.

Las partículas alfa emitidas por los radionucleidos naturales no son capaces de atravesar una hoja de papel o la piel humana y se frenan en unos pocos centímetros de aire. Sin embargo, si un emisor alfa es inhalado (por ejemplo, el 210Po), ingerido o entra en el organismo a través de la sangre (por ejemplo una herida) puede ser muy nocivo.

Las partículas beta son electrones. Los de energías más bajas son detenidoss por la piel, pero la mayoría de los presentes en la radiación natural pueden atravesarla. Al igual que los emisores alfa, si un emisor beta entra en el organismo puede producir graves daños.

Los rayos gamma son los más penetrantes de los tipos de radiación. La radiación gamma suele acompañar a la beta y a veces a la alfa. Los rayos gamma atraviesan fácilmente la piel y otras sustancias orgánicas, por lo que puede causar graves daños en órganos internos. Los rayos X (*) caen en esta categoría –también son fotones– pero con una capacidad de penetración menor que los gamma.





A los tipos de radiación clasificados por Rutherford, debe añadírsele la radiación por neutrones, que aparece en la naturaleza en el proceso de fisión espontánea. Los neutrones tienen mayor capacidad de penetración que los rayos gamma, y sólo puede detenerlos una gruesa barrera de hormigón, agua o parafina (compuestos muy ricos en hidrógeno).
(*) Si bien se trata del mismo tipo de radiación, se mantiene la nomenclatura gamma y X debido a la causa que la produce: mientras que los rayos gamma son de origen nuclear (reestructuración del núcleo atómico), los rayos X tienen su origen en la reestructuración de los electrones en la corteza atómica.
http://weblogs.madrimasd.org/ciencianuclear/archive/2006/12/01/53391.aspx